¿Quién sueña?
Es curiosa la conjugación “soñé”, como si el soñar fuera una acción voluntaria y no algo que nos ocurre…
Para el psicoanálisis no hay un individuo en el sentido de uno-indivisible. Si fuéramos individuos no nos ocurrirían estas cosas—como los sueños y los lapsus—más allá de nuestra voluntad consciente.
Al contrario, el sujeto en psicoanálisis esta atravesado por fuerzas en conflicto: el cuerpo y la palabra, el placer y la realidad, la vida y la muerte...
El análisis es un espacio para escuchar y preguntarse sobre estos conflictos psíquicos.